Leyenda del “Gallo de Morón”
En el pueblo sevillano de Morón de la Frontera los enfrentamientos entre vecinos provocaron que la Audiencia de Granada enviara a un juez famoso por su contundencia y chulería.
Se llamaba Don Juan de Esquivel. Solía repetir la frase, refiriéndose a sí mismo: “Donde canta este gallo no canta otro“. Le apodaron “El Gallo“.
Los vecinos, cansados de la letanía, lo llevaron con engaños al Camino de Caniles. Allí le quitaron las ropas y con ramas verde de acebuche le dieron un escarmiento. Ese mismo día el juez abandonó la villa. De ahí surgió la cancioncilla: